Anahita es una de las más importantes diosas veneradas en Irán desde el siglo IV a.C. Hasta el IV de la era cristiana.
Anahita aparece en Avesta canónico con el nombre compuesto de Aredvi Sura Anahita (húmeda, fuerte e inmaculada) y se le dedica a ella el himno de las aguas y su nombre se evoca junto a los de Ahura Mazda y Mitra.
Anahita estuvo relacionada con la práctica de la Prostitución Sagrada y su difusión en Persia fue amplia, también en Armenia y en Asia Menor. Fue venerada bajo los primeros Sasánidas y sobrevivió aún en tiempos del Zoroastrismo. Luego de la conquista árabe de Persia, Anahita adquirió el estatus de “genio de las aguas”.